La XXVI campaña de excavaciones arqueológicas de la EEHAR-CSIC en el Parco Archeologico Culturale di Tuscolo (Monte Porzio Catone, Roma) tuvo una duración de 5 semanas (del 5 de junio al 7 de julio) y fue realizada en estrecha colaboración con la Comunità Montana dei Castelli Romani e Prenestini, ente propietario y gestor del yacimiento, con el permiso de excavación del Ministero della Cultura y bajo la supervisión de la Soprintendenza Archeologia Belle Arti e Paesaggio per l’Area Metropolitana di Roma e la Provincia di Rieti (Decreto DG-ABAP n. 953/2022).

Los trabajos de campo se centraron en el área de las antiguas termas, situadas 120 metros al oeste del Foro de Tusculum, permitiendo ir completando la planimetría del edificio termal de época romana y de la iglesia que se construyó encima de sus restos en época medieval. Esta zona del yacimiento había sido ya parcialmente indagada por la EEHAR-CSIC desde el año 2015 hasta el 2018, cuando los trabajos de campo se interrumpieron con el fin de plantear un nuevo proyecto más ambicioso, que contemplase no solo la finalización de la excavación del monumento, sino también su consolidación y restauración, actuaciones encaminadas a la puesta en valor del yacimiento y a su integración en el actual recorrido de visita del parque arqueológico.

El proyecto “Tuscolo Eterna Bellezz@”, presentado por la XI Comunità Montana y con la dirección científica de la EEHAR-CSIC, obtuvo la financiación del Ministero della Cultura (convocatoria “Bellezz@-Recuperiamo i luoghi culturali dimenticati”, FSC 2014-2020, Piano Stralcio “Cultura e Turismo”), lo que permitió retomar las excavaciones en el área a partir del mes de octubre 2022. En una primera fase, los trabajos de campo fueron encargados a la empresa Archeores-Conservazione beni Culturali srl (octubre 2022 – mayo 2023), bajo la supervisión de la EEHAR-CSIC, y sucesivamente (junio – julio 2023) fueron llevados a cabo directamente por el equipo español, con la ayuda de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (PIAR 2023).

Del edificio termal ya se conocían de las anteriores campañas unos ambientes fechables en la primera mitad de siglo II d.C.: la letrina, un pasillo, una sala absidal, el tepidarium -en el cual aún se conservaban los restos de las pilae de la suspensura del hypocaustum, construido encima de un anterior pavimento en mosaico con motivo trenzado- y una gran sala en el lado occidental de las termas, con pavimento en opus sectile. La campaña 2023 ha permitido completar la excavación de ese ambiente, en cuyos niveles de abandono postclásicos han sido recuperados ricos restos de su programa ornamental: estucos pintados de varios colores y una estatua femenina de mármol, en excelente estado de conservación y de gran calidad, que se podría datar de entre mediados del siglo I a.C. y mediados del siglo I d.C.. La escultura de bulto redondo y de tamaño natural no conserva la cabeza y parte de los brazos, pero la presencia de un elemento característico como la nebris que cubre sus hombros permite plantear la hipótesis de que se trate de una figura reconducible a un contexto dionisíaco.

En el sector oriental de las termas, las excavaciones han permitido sacar a la luz nuevos espacios vinculados al sistema de calefacción: el praefurnium, el probable calidarium y otros ambientes de servicio. En la parte central del edificio se conservaba un gran espacio con una pavimentación en bipedales, cuyos sellos han permitido confirmar la datación de la última fase de reorganización general del edificio termal al 123-124 d.C. y fechar a la época de Calígula la fase constructiva anterior.

Las recientes investigaciones han permitido asimismo comprender mejor la articulación de la posterior iglesia medieval, construida en la primera mitad del siglo XII reaprovechando parcialmente los restos del edificio romano. Se han recuperado parte de la pavimentación originaria en opus cosmatesco y varias sepulturas y osarios relacionados con iglesia, tanto en la parte externa como interna del edificio.

En la campaña arqueológica participaron investigadores procedentes tanto de universidades españolas como italianas, gracias a acuerdos específicos de colaboración firmados por el CSIC con la Universidad Complutense de Madrid (becas de prácticas trimestrales en el marco del programa Erasmus+ destinadas al Proyecto Tusculum) y la XI Comunità Montana del Lazio (becas “Xavier Dupré). Además, se contó con la colaboración de los voluntarios del Gruppo Archeologico Latino “Latium Vetus”.

Contextualmente a las excavaciones arqueológica, se organizaron en el área prospecciones geofísicas, llevadas a cabo en colaboración con el Instituto de Arqueología de Mérida-CSIC-Junta de Extremadura. Las actividades se caracterizaron por adquisiciones realizadas con un georradar (GPR) equipado con un sensor de 250 mhz.

Al termine de los trabajos de campo se realizó un levantamiento con scanner 3D del edificio de las termas, en colaboración con el Istituto Nazionale di Fisica Nucleare, que puso a disposición del proyecto sus tecnologías y personal con formación específica en el campo de la diagnostica aplicada al patrimonio (INFN-CHNet).