La XXI campaña de excavación se llevó a cabo del 2 de mayo al 6 de julio, bajo la dirección de Antonio Pizzo. Las investigaciones fueron financiadas por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte-IPCE y el CSIC, con el soporte económico y logístico de la XI Comunità Montana del Lazio y gracias al permiso de excavación concedido por el Ministero per i Beni e le Attività Culturali, bajo la supervisión de la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio per l’area metropolitana di Roma, la provincia di Viterbo e l’Etruria Meridionale.
Se trató de la campaña conclusiva del proyecto inaugurado en el año 2012 (PIE n. 201210E033), llevándose a cabo una aproximación integral y multidisciplinar entre investigación arqueológica, antropológica, topográfica y geofísica. Al proyecto colaboraron el Istituto per le Tecnologie Applicate ai Beni Culturali del CNR, la Sapienza-Università di Roma, el Gruppo Archeologico Latino “Latium Vetus” y jónenes arqueólogos italianos y españoles, gracias a las becas concedidas por la Universidad Complutense de Madrid (cuatro becas de prácticas trimestrales en el marco del programa Erasmus+ destinadas al proyecto Tusculum) y la XI Comunità Montana del Lazio (seis becas para jóvenes arqueólogos procedentes de universidades italianas).

Durante la campaña 2018 se llevaron a cabo varias investigaciones arqueológicas, topográficas y geofísicas. Los trabajos de campo se centraron en la meseta frente al foro romano: además de retomar las excavaciones en la zona de las termas, se abrieron dos nuevos sectores de excavación en la parte más occidental de la ciudad.

La campaña de prospección topográfica tuvo como objetivo principal la reconstrucción de las originarias vías de acceso a la ciudad y del complejo sistema de relaciones territoriales de Tusculum con su entorno más cercano, mientras que los estudios geofísicos volvieron a centrarse en la zona de la meseta que se extiende al oeste del foro, en colaboración con el ITABC-CNR.

A partir de la campaña del año 2012, la definición de los límites de la ciudad de Tusculum ha sido uno de los objetivos prioritarios del proyecto. En esta campaña se decidió investigar el límite oeste de la ciudad, ya que a partir de los resultados de las prospecciones geofísicas durante las campañas anteriores se había planteado la duda si el límite de la ciudad romana y el de la ciudad medieval coincidieron en sus perímetros, como tradicionalmente propuesto a partir de las excavaciones decimonónicas. Por esa razón se decidió abrir distintos sondeos en la zona, que permitieron documentar los restos de una muralla medieval dotada de un bastión superpuesto a la antigua via romana de acceso a Tusculum desde oeste, conectando el municipium con la Via Latina.

La muralla medieval resultó efectivamente construida reaprovechando materiales y estructuras de época antigua -un muro en opus mixtum de la época de Adriano y fragmentos de pavimento de opus signinum-, que pero no parecían pertenecer a una muralla de época romana, sino a estructuras de otro uso y con una orientación distinta. Se desenterró un tramo de muralla medieval de más de 30 m de longitud, construida con doble cara y núcleo de cemento, mientras que en un segundo sector de excavación en el lado SO de la meseta se recuperaron los restos de una cisterna romana, reutilizada en la Edad Media con fines funerarios.

La definición del perímetro urbano en una zona tradicionalmente considerada uno de los límites de la ciudad antigua abrió una serie de cuestiones arqueológicas sobre la posición de la muralla de época romana que, en el sector excavado, no apareció con la evidencia con la que se había considerado en la historia de los estudios, abriendo la investigación a nuevas reflexiones sobre el impacto de las trasformaciones urbanas en un periodo todavía poco evidente desde el punto de vista arqueológico y sobre la comprensión de la diacronía de los sistemas de defensa urbana y las trasformaciones del perímetro amurallado.

La segunda área de excavación de la campaña interesó la iglesia medieval realizada sobre las termas romanas recientemente identificadas al oeste del foro. Se trató de una excavación puntual, centrada en la primera de las 12 galerías sepulcrales documentadas en la fachada del edificio eclesiástico, situada en la esquina sur-oeste. Dentro del osario fueron identificadas tres fases deposicionales distintas (siglos XI-XII) y se recuperaron los restos de un número mínimo de 27 individuos.

Contextualmente a las excavaciones, la zona septentrional de la meseta fue objeto de prospecciones geofísicas, llevadas a cabo en colaboración con el ITABC-CNR. Las actividades se caracterizaron por adquisiciones realizadas tanto con el georadar (GPR), equipado con una antena de alta frecuencia de 400 MHz, como con un magnetómetro fluxgate. Se investigaron tres áreas de diferentes tamaños, ubicadas en el lado opuesto a la zona investigada durante la anterior campaña.

En el mes de mayo se efectuó, además, una campaña de prospecciones topográficas en el territorio cercano a la ciudad, con el objetivo de profundizar en el análisis del suburbio tuscolano en las laderas norte y este, indagando diacrónicamente el paisaje y la movilidad principal y secundaria de acceso a la zona urbana. Se indagó un área extensa, ubicada entre los actuales municipios de Frascati, Monte Compatri, Monte Porzio Catone, Grottaferrata y Rocca Priora.