La investigación sobre los restos humanos hallados en el transcruso de las distintas campañas de excavación en el yacimiento arqueológico de Tusculum propiciaron en un primer momento (2008-2009) la colaboración con el proyecto del Servizio di Antropologia de la Soprintendenza per i Beni Archeologici del Lazio y posteriormente del Dipartimento di Biologia Ambientale de la Sapienza Università di Roma, actualmente vigente.

El estudio de restos óseos humanos cuenta la osteobiografía de poblaciones del pasado, es decir, la biología y el estilo de vida de los individuos. La composición del grupo, la actividad laboral, las enfermedades y la dieta son solo los primeros aspectos abordados por estos estudios. En la investigación sobre la población sepultada en Tusculum se han aplicado métodos presentes en la literatura específica para evaluar el sexo y la edad de la muerte de los individuos y para reconstruir la composición del grupo. Gracias a la cantidad de informaciones presentes, el análisis antropológico se utiliza como una lupa focalizada sobre la historia osteobiográfica de las poblaciones del pasado: se registran las características métricas y morfológicas del esqueleto a fin de indagar la adaptación a contextos ambientales específicos, y al mismo tiempo se observa la evidencia de las condiciones patológicas para evaluar el estrés biomecánico y ambiental en relación con los de carácter cultural. Con la realización de estos análisis se pretende conocer las lesiones patológicas presentes sobre los huesos y dientes, a fin de obtener información sobre el estado de salud de los tusculanos.

Actualmente se está llevando a cabo una revisión completa de los restos antropológicos documentados durante las excavaciones españolas, procedentes de varias zonas sepulcrales pertenecientes a un horizonte cronológico correspondiente a la plena edad media (siglos XI-XII): las necrópolis y las galerías sepulcrales de la iglesia edificada sobre los restos del edificio termal, el área cementerial perteneciente a la iglesia de Santa Ágata y la necrópolis encontrada en el ángulo nor-oriental del teatro, así como otros enterramientos individuales identificados en el transcurso de las excavaciones (bajo el pavimento del campanario y del ábside en la iglesia de la Santísima Trinidad en la acrópolis, en el ángulo sur-occidental de la muralla que delimitaba la civitas medieval y en el santuario extraurbano).

Dado el contexto arqueológico y el valor histórico de los eventos ocurridos en Tusculum, se presta especial atención a los conflictos interpersonales, en particular las causas bélicas. En este sentido, la investigación bioarqueológica tiene como objetivo hallar la presencia de posibles traumas, examinando eventuales lesiones paleopatológicas mediante las que reconstruir el estado de salud y rastrear enfermedades ocurridas a lo largo de la vida de los individuos (enfermedades de naturaleza infectiva, estrés metabólico como carencia de vitaminas y/o de hierro, estrés biomecánico y patologías degenerativas óseas).

Finalmente, un aspecto ulterior de la investigación antropológica se enfoca en el análisis de los isótopos estables para reconstruir la dieta humana del pasado, los orígenes y la movilidad de las poblaciones. La medición de la relación entre isótopos de estroncio e isótopos de oxígeno permite de hecho reconstruir el ambiente de origen de los individuos en estudio, desde una perspectiva intra e interpoblacional. Además, el análisis de los isótopos estables de carbono y nitrógeno medidos en los elementos óseos y dentales proporciona información sobre la dieta y sus posibles variaciones a lo largo de la vida del individuo.