Tusculum es más que una excavación arqueológica o una misión arqueológica en el extranjero. Es, ciertamente, un proyecto de investigación que dedica una parte importante de sus fondos a las campañas anuales de excavación, pero el proyecto incluye también una serie de estudios paralelos cuyo objetivo es el de obtener una visión global de la evolución histórica de la ciudad.

Gracias al constante diálogo y colaboración con especialistas de diferentes ámbitos, procedentes de universidades y centros de investigación tanto españoles como italianos, hemos podido experimentar en Tusculum diferentes metodologías de investigación complementarias, como la arqueobiología (carpología, arqueozoología, palinología), la geofísica (georadar, magnetometría y susceptibilidad geomagnética), la aerofotogrametría (utilizando UAV, KAP y un avión dotado de cámaras térmicas, RGB, hiper y multiespectrales), la topografía y la cartografía digital. Todas estas técnicas han permitido avances en el conocimiento de la ciudad y de su progresiva transformación a lo largo de los siglos, desde la protohistoria hasta la plena Edad Media, leyendo su evolución en relación con el contexto territorial.

La labor llevada a cabo permite afirmar que cuanto se está realizando en Tusculum responde a los planteamientos de un proyecto integral e interdisciplinario, ya que se intenta abarcar todas las problemáticas inherentes a un yacimiento arqueológico y al proceso de estudio del mismo, desde la excavación arqueológica a la conservación de los bienes culturales, pasando por los estudios especializados, la difusión científica, la divulgación y la integración de los restos en un entorno de alto valor paisajístico.