La Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, institución fundada en 1910 y, desde 1947, convertida en un centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), inició en 1994 un proyecto de investigación cuyo objetivo prioritario es el estudio de Tusculum, importante ciudad del Latium Vetus. Con dicho proyecto la Escuela retomaba una vieja línea de investigación que, en los años 50 y 60, se había materializado en las excavaciones arqueológicas realizadas en el santuario de Juno en Gabii – otra ciudad del Lacio -, bajo la dirección de Martín Almagro Basch y de Alberto Balil.

El proyecto Tusculum nació de la colaboración entre la EEHAR, el Ministerio per i Beni e le Attività Culturali, a través de la Soprintendenza per i Beni Archeologici del Lazio (la actual Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio per l’area Metropolitana di Roma e per la Provincia di Rieti), y la XI Comunità Montana del Lazio “Castelli Romani e Prenestini”, mancomunidad de municipios propietaria de los terrenos en los que se encuentra el yacimiento. La financiación del proyecto corre actualmente a cargo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del Ministerio de Cultura y Deporte (a través del programa de ayudas y subvenciones para financiar excavaciones arqueológicas en el exterior del Instituto del Patrimonio Cultural de España) y de la XI Comunità Montana del Lazio. Además, gracias a la colaboración y al respaldo de la Embajada de España en Italia, el proyecto se halla incluido, desde 1997, en los sucesivos acuerdos bilaterales de cooperación cultural y científica suscritos por los gobiernos de ambos países.

Los restos de la antigua ciudad de Tusculum se hallan a unos 25 Km. al S-E de Roma, en la zona conocida como Castelli Romani, el sistema montañoso de origen volcánico de los Colli Albani. El yacimiento, integrado en un parque natural (Parco dei Castelli Romani), se extiende por la dorsal de un promontorio que, en el punto más elevado de la acrópolis, alcanza los 670 m de altura. Remontan a la primera mitad del siglo XIX las primeras excavaciones del yacimiento, a las que se debe atribuir el mérito de haber identificado la ciudad, pues existían hasta entonces diferentes hipótesis sobre su posición exacta. Durante estas primeras excavaciones se sacaron a la luz una serie de importantes edificios -entre ellos destacan el teatro con su adyacente cisterna, la fuente arcaica y una parte del antiguo decumanus que atraviesa el foro-, que quedaron pero generalmente descontextualizados.

EEHAR inició su proyecto en 1994

En 1994, cuando la EEHAR inició su proyecto de investigación, una buena parte de la ciudad todavía se encontraba sepultada. El Proyecto Tusculum nació con el objetivo principal de reconstruir la evolución diacrónica del yacimiento a lo largo de los siglos, desde el primer asentamiento protohistórico hasta la destrucción final de la ciudad a manos de Roma, el 17 de abril de 1191. Y es justo gracias a esa radical destrucción que la excavación de Tusculum cobra su peculiar interés científico, ya que constituye un raro e interesante caso para la investigación, pues la vida de la ciudad se interrumpió súbitamente a finales del siglo XII, permitiéndonos recuperar un espacio inalterado que no sufrió las habituales transformaciones urbanísticas que conlleva la ocupación continua.

Desde la primera campaña de excavaciones, el proyecto ha crecido de forma substancial. En una primera fase, de 1994 a 1995, la EEHAR-CSIC era la única institución española implicada en el mismo. A partir de 1996 el proyecto se vio ampliamente incrementado, con la incorporación al mismo de equipos de investigadores de otras instituciones: el Museu d’Arqueologia de Catalunya-Empúries (campañas 1996-2000), el Consorcio de la Ciudad Monumental, Histórico–Artistica y Arqueológica de Mérida (campañas 1996-1999), la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) (campañas 1996-2010), la Universidad de La Rioja (campañas 1996-2003), la Universidad de Alicante (campañas 2000-2002) y la Universidad de Murcia (campañas 2000-2010). Las investigaciones se centraron principalmente en el área monumental del foro-teatro, con la única excepción de la Universidad de La Rioja que se dedicó al área extraurbana al sur de la ciudad. Siempre a partir del año 1996 jóvenes estudiantes y licenciados de varias universidades italianas empezaron a incorporarse al proyecto, gracias a las becas concedidas por la XI Comunità Montana del Lazio.

En el del año 2012 empezó una tercera fase del proyecto: la necesidad de repensar los objetivos de la investigación a partir de los resultados ya conseguidos determinó una ampliación de las campañas arqueológicas a nuevas áreas (la acrópolis, la meseta al oeste del foro y el inmediato entorno de la ciudad) y una mayor abertura a la interdisciplinariedad, instaurando varias colaboraciones científicas con colegas procedentes de distintas áreas científicas. En estos años se ha llevado a cabo una amplia serie de actividades, con particular atención a la aplicación de diferentes tecnologías de diagnóstico arqueológico (prospecciones topográficas y geofísicas, aerofotogrametría, arqueobiología) y documentación, siendo así posible investigar aspectos de la ciudad anteriormente desconocidos y que resultan de gran interés para la reconstrucción tanto de la historia diacrónica del yacimiento, como de su relación con el medio ambiente.

En colaboración con la XI Comunità Montana del Lazio y bajo la supervisión de la Soprintendenza, la EEHAR se dedica también a consolidar materiales, estructuras y edificios sacados a la luz durante las campañas arqueológicas, involucrándose al proceso de valorización del yacimiento. Además, desde el 2002 la EEHAR colabora al proceso de diseño y realización del Parque arqueológico-cultural de Tuscolo llevado a cabo por la Comunità Montana y participa al “Sistema Museale territoriale Museum Grand Tour” en calidad de miembro de su comité directivo.

Más recientemente, se ha puesto en marcha un proyecto de realización de reconstrucciones gráficas tridimensionales del yacimiento en sus múltiples fases históricas, con el objetivo de recrear y visualizar los espacios de vida de la ciudad a partir de un sistema infográfico y visualizaciones en 3D que permitan mejorar la comunicación a un público no especializado de los resultados de las investigaciones arqueológicas.