La XXV campaña de excavaciones arqueológicas en Tusculum tuvo una duración de 4 semanas (del 6 de junio al 1 de julio) y fue realizada bajo la dirección del director de la EEHAR-CSIC, Antonio Pizzo.
Los trabajos fueron financiados por la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con el soporte económico y logístico de la XI Comunità Montana dei Castelli Romani e Prenestini. Como en los años anteriores, la campaña se realizó con el permiso de excavación concedido por el Ministero della Cultura (DGABAP, rep. 495, concesión de excavación con fecha 05/05/2022), bajo la supervisión de la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio per l’Area Metropolitana di Roma e per la Provincia di Rieti.

En la campaña arqueológica participaron investigadores procedentes tanto de universidades españolas como italianas, gracias a acuerdos específicos de colaboración firmados por el CSIC con la Sapienza-Università di Roma (“Progetto Lazio antico”), con la Universidad Complutense de Madrid (tres becas de prácticas trimestrales en el marco del programa Erasmus+ destinadas al Proyecto Tusculum), y con la Universidad de Navarra (una beca de prácticas de arqueología). Además, se contó con la colaboración de los voluntarios del Gruppo Archeologico Latino “Latium Vetus”.

Los trabajos de campo se centraron en el área monumental de Tusculum, para retomar y completar las investigaciones que, desde el año 2019, han vuelto a focalizarse en el sector meridional del foro, con el objetivo de definir su transformación diacrónica.

Durante la campaña se abrieron dos sectores de excavación: el Área 1, Sector 2-Zona Este; y el Área 2, Sector 2.

El Sector 2-Zona Este del Área 1, situado al sur de los restos de la pavimentación de la basílica, ha permitido recuperar estructuras y materiales que van desde la época arcaica a la republicana, dos fases cronológicas que hasta ahora eran las menos conocidas de la ciudad.

La campaña de excavación 2021 había terminado dejando al descubierto parte de la coronación de un muro en opus quadratum (2,84 m), de orientación norte-sur, por lo que la nueva campaña se centró en indagar la secuencia estratigráfica a ambos lados de dicho muro.

Hacia el Este, la estratigrafía se caracterizaba por una alternancia de niveles horizontales de piedras y bloques de tufo, una actividad que había sido interpretada como la amortización del muro de opus quadratum, llevada a cabo para la realización de un muro en opus incertum excavado en los años previos.

Al Oeste del muro, se ha documentado una fosa de forma circular irregular (1.05×0.80 m) rellena con materiales heterogéneos: piedras, ladrillos, restos del preparado de un suelo, fragmentos de estuco y teselas de mosaicos. Bajo dicha fosa se ha documentado una segunda, rellena de diferentes estratos de tierra con matriz fuertemente orgánica, en la que se han hallado huesos, carbones, cerámica, conchas, fragmentos de decoración en estuco similares a aquellos encontrados en la campaña del 2021, cerámica votiva, una pila de peperino (98x33x30 cm) y una gran tubería cerámica (diam. 30 cm). Sendas fosas fueron excavadas en un relleno compuesto por una sucesión de estratos de uso y colmatación, los cuales amortizaban, a su vez, una estructura con cubierta de lajas de tufo. La campaña 2022 ha finalizado al alcanzar la cota geológica del banco de tufo a la cota 623 m ca. s.l.m.

El segundo sector de excavación fue abierto en el Área 2, entre la basílica y el teatro. En esta zona había sido individuado durante la campaña 2005 el frente meridional de un edificio en opus caementicium realizado sobre podio, para el cual se había propuesto una identificación como templo/Curia. La campaña del año 2021 permitió la identificación del frente septentrional de dicho edificio, y su contextualización dentro del área forense.

Siguiendo en esta línea, la excavación del año 2022 ha permitido, a su vez, evidenciar cómo parte del cuerpo del edificio fue profundamente afectado por la realización de la denominada fossa Aldobrandini (s. XIX) y, con posterioridad, por una carretera moderna que, hasta hace pocas décadas, permitía el acceso a la acrópolis. Debido a tales dificultades, se decidió concentrar la investigación en la delimitación muraria del llamado templo/Curia, especialmente en su límite oriental, mejor conservado. Con esta estrategia se han recuperado diversos muros de opus reticulatum, que se conectan en planta con aquellos descubiertos en la campaña 2021, definiendo un ambiente rectangular hacia el frente norte. También, ha sido posible documentar estratos correspondientes a la puesta en obra del edificio en su límite este.

Avanzando cronológicamente, una vez más ha podido comprobarse una intensa actividad de expolio medieval (finales del s. XII), que desciende, incluso, bajo el plano de uso del edificio templo/Curia.

A lo largo de los meses de Octubre y Noviembre de 2022, Gonzalo Castillo Alcántara, Investigador Postdoctoral del Centro de Estudios de Arqueología Virtual e Infografía (CEAV-DigitalMED)
de la Universidad de Murcia, ha procedido a llevar a cabo el estudio de un conjunto pictórico recuperado durante la campaña arqueológica del 2017 en las termas de Tusculum. Además, durante su estancia ha procedido a realizar una revisión bibliográfica completa, que le ha permitido localizar un gran número de fragmentos pertenecientes a distintos conjuntos procedentes del Foro de la ciudad, que finalmente fue incluido en el estudio. A partir de todo ello se han podido individualizar diversos conjuntos pertenecientes a la decoración de techos y paredes de algunas de las estancias de los edificios del Foro y de las termas de la antigua Tusculum. Entre ellos destaca la imitación de un friso arquitectónico, una escena con una figura femenina que podría identificarse con la diosa Venus o un medallón ornamentado con imitaciones de gemas preciosas y una escena con un posible Dionisos y una ménade que debieron formar parte de la decoración de un techo.