La XIX campaña arqueológica tuvo lugar entre los días 27 de junio y 23 de julio, dentro del Proyecto “Tusculum en época medieval: territorio, paisaje, economía y sociedad” (PIE n. 201210E033) dirigido por Leonor Peña-Chocarro.
Como en años anteriores, las actividades de campo fueron realizadas gracias al permiso concedido por el Ministero dei Beni e delle Attività Culturali e del Turismo, bajo la supervisión de la Sovrintendenza Archeologia del Lazio e dell’Etruria Meridionale, y fueron financiadas por el CSIC. Contribuyeron también tanto económicamente como logísticamente la XI Comunità Montana del Lazio, que renovó la convocatoria para seis becas para jovenes arqueólogos, los ayuntamientos de Frascati, Grottaferrata y Montecompatri, el Gruppo Archeologico Latino “Latium Vetus”.

La campaña contó con la participación de institutos de investigación tanto españoles como italianos: además de las colaboraciones ya en marcha con el Laboratorio de Arqueobiología del CCHS-CSIC, el Laboratorio de Palinología y Paleobotánica de la Sapienza-Università di Roma y el Centro Ricerche Speleo Archeologiche “Sotterranei di Roma”, se inició una nueva colaboración con el Istituto per le Tecnologie Applicate ai Beni Culturali del CNR y se retomó la colaboración con los geólogos de la International Research School of Planetary Science de la Università «G. D’Annunzio» di Chieti-Pescara. La IRSPS organizó una nueva campaña con UAV financiada por la XI Comunità Montana del Lazio con el objetivo de incluir en los vuelos la superficie entera del parque arqueológico de Tusculum, ampliando hacía el oeste la cartografía digital realizada a partir de los vuelos de las campañas 2012-2013 hasta incluir el antiguo anfiteatro.

Los trabajos de campo se centraron tanto en la acrópolis, como en la meseta frente al foro romano, y fueron precedidos por una campaña de prospección geofísica realizada en colaboración con el ITABC del CNR del 16 al 20 de mayo.

La confirmación obtenida el año anterior de la existencia de unas alineaciones de grandes dimensiones (29 x 20 m) en la zona de la meseta al oeste de la antigua área monumental de la ciudad empujó a retomar las prospecciones geofísicas en el área. Las investigaciones se llevaron a cabo utilizando tres métodos diferentes y complementarios: el magnetométrico (en configuración diferencial), el georadar con dos antenas a diferente frecuencia (alta y baja) y la tomografía de resistividad eléctrica (ERT).

En el mes de julio se retomaron las excavaciones en este sector, desvelando la existencia de un edificio monumental de época romana, sobre cuyos restos se había construido una iglesia en la Edad Media.

Durante las investigaciones se pudieron reconocer claramente distintas fases y cambios de uso del edificio, transformado en termas en torno a la primera mitad del siglo II d.C. Se documentaron un pasillo con pavimento en mosaico, una letrina, un ambiente con pavimentación en mosaico blanco y una piscina central de forma absidial. En época medieval sobre los restos de las termas se erigió una iglesia con necrópolis. Durante la campaña se completó la excavación de la cripta funeraria interna a la iglesia, ya parcialmente investigada en el año anterior: ubicada en el lado sur del edificio, era dividida en 12 galerías de 3,20 m ca. de profundidad, cada una de las cuales contenía un promedio de 25 inhumados. En el borde oriental de la cripta, se localizó una imponente estructura en alzado identificada con el campanario de la iglesia o, quizás, con una torre de control.

La segunda área de excavación interesó la acrópolis: las investigaciones se concentraron en la zona del palacio condal, ya objeto de excavaciones durante la campaña del año 2012, con el objetivo de llegar a definir su planimetría. Se pudieron reconocer seis grandes ambientes conectados entre sí, por una superficie total de 32 x 39 m. El palacio medieval se asienta directamente sobre los restos de un podio (29 x 29 m) de época romana, encuadrable dentro de la tipología vitruviana de los templos toscanos. A partir de las fuentes epigráficas ya había sido propuesta la identificación del conjunto con el templo dedicado a los Dioscuros, patrones de Tusculum. A la presencia del templo también apunta el descubrimiento de un arquitrabe monumental con inscripción localizado en el límite norte de la excavación, fechable en la primera mitad del siglo I a.C. La inscripción reproduce el inicio de fórmula onomástica, Marcus Caelius, y tiene una longitud de 1,72 m: se trata de la inscripción de mayores dimensiones recuperada hasta la fecha en Tusculum.

Las excavaciones permitieron también recuperar una estatua de mármol blanco que representa la cabeza de un elefante, expuesta actualmente en el Museo Tuscolano “Scuderie Aldobrandini” de Frascati: se trata de una ménsula de época romana de 40 cm de altura, probablemente reaprovechada como elemento decorativo en el palacio medieval.