La undécima campaña arqueológica del Proyecto Tusculum fue dirigida por Xavier Dupré y financiada por el IPHE del Ministerio de Cultura y la XI Comunità Montana del Lazio, con el apoyo también del ayuntamiento de Monte Porzio Catone. Como ya en los años anteriores, el Ministero per i Beni e le Attività Culturali italiano concedió el permiso de excavación a la EEHAR-CSIC, bajo la supervisión científica de la “Soprintendenza Archeologica per il Lazio”.

La campaña de excavaciones se realizó del 12 de septiembre al 1 de octubre del 2003 y tuvo una duración de tres semanas. Las intervenciones fueron llevadas a cabo por arqueólogos e investigadores de la propia EEHAR, el Museu Nacional Arqueològic de Tarragona,  la Universidad de Sevilla, la Universidad de País Vasco/EHU y el Consorcio de la Ciudad Monumental Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida. Junto a ellos se integraron 10 licenciados de universidades italianas gracias a las becas de la XI Comunità Montana del Lazio que también aportó sus propios voluntarios así como el Gruppo Archeologico Latino “Latium Vetus”.

Las áreas en las que se desarrolló el trabajo arqueológico fueron la zona del teatro y la zona sur de la basílica forense, obteniéndose resultados de gran importancia. Las investigaciones en el teatro se retomaron en previsión de la publicación de una memoria de los trabajos realizados desde 1994 hasta el 2000. Esta última intervención tenía el objetivo de completar algunos datos relativos a su evolución arquitectónica. Por dicho motivo, se planteó un sondeo entre el límite oriental de la cavea y el aljibe monumental, permitiendo aclarar aún más algunos aspectos que habían quedado sin resolver en cuanto a la relación entre los dos monumentos. Se pudo además constatar la existencia de una serie de estructuras hidráulicas previas a la construcción del edificio para espectáculos, que desde una estructura de almacenamiento anterior al aljibe monumental alimentaba el espacio trasero que ocupaba el auditorio. Se identificaron también con mayor precisión las fases constructivas de la gran cisterna: la primera fase remonta al siglo II a.C. y fue seguida por dos renovaciones realizadas tanto a finales de la época republicana, como de la altoimperial.

En la zona sur del foro se obtuvieron resultados significativos para comprender la organización urbana de esta parte del centro monumental de la ciudad. Gracias a la identificación de los restos del ángulo sur-este de la basílica jurídica se pudo reconstruir la planta completa de este edificio, que medía un total de 42,5 × 22,5 m. En base a otros datos obtenidos en esta campaña de excavación, se pudo también plantear la hipótesis de que la nave central del edificio estaba definida por una serie de columnas de 8 × 4 y no de 9 × 4 como se propuso inicialmente, con un intercolumnio central más amplio.

A unos 2 m al Este de la basílica se encontró una gran construcción maciza, consistente en una base rectangular en opus caementicium, con orientación norte-sur. Evidentemente se trata de un edificio que, por su tamaño y ubicación, debió de ser de gran importancia y se propuso la posibilidad de identificación como curia o templo.  Solo futuras excavaciones podrán proporcionar datos suficientes para su correcta atribución.

Toda el área al sur de la basílica y del edificio en opus caemementicium, hasta el camino bordeado por el ninfeo excavado entorno a la mitad del siglo XX por el Borda, fue objeto de una limpieza general, con el objetivo de tener una imagen lo más completa posible del funcionamiento de esta parte de la ciudad. La zona resultó ocupada por un complejo sistema de cuencas en opus reticulatum y revestimiento de opus signinum, para la recogida de aguas que alimentaban al ninfeo, igualmente identificadas e intervenidas durante esta campaña.