La XVI campaña arqueológica en Tusculum se llevó a cabo en dos períodos comprendidos entre el 18 y el 24 de marzo y entre el 8 y el 20 de abril, continuando las labores del proyecto de investigación iniciado el año anterior y dirigido por Leonor Peña-Chocarro.
Los trabajos fueron realizados gracias al apoyo institucional y económico del Instituto del Patrimonio Cultural de España del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el mismo CSIC (Proyecto de investigación “Tusculum en época medieval: territorio, paisaje, economía y sociedad”, PIE n. 201210E033) y la EEHAR. Recibió también apoyo económico y logístico por parte de la XI Comunita Montana del Lazio, los ayuntamientos de Frascati, Monte Porzio Catone, Montecompatri, Grottaferrata y el INAF-Osservatorio Astronomico di Roma. Como ya en los años anteriores, el Ministero dei Beni e delle Attività Culturali e del Turismo concedió el permiso de excavación, bajo la supervisión científica de la Sovrintendenza per i Beni Archeologici del Lazio.
El proyecto contó durante el año 2013 con la participación de varias universidades y centros de investigación tanto españoles (Laboratorio de Arqueobiología del CCHS-CSIC de Madrid, Universidad de Zaragoza-Geotrasfer Research Group) como italianos (Departamento de Biología Ambiental de la Sapienza-Università di Roma, Laboratorio de Palinolopaleobotanica de la Università di Modena-Reggio Emilia, IRSPS- Università «G. D’Annunzio» di Chieti-Pescara, ESA-Esrin de Frascati, Gruppo Archeologico Latino “Latium Vetus”, Associazione Onlus Archeologia Ipogea).
La intervención arqueológica se caracterizó por el carácter interdisciplinar, desarrollándose varias actividades: excavaciones estratigráficas y prospecciones topográficas en la zona de la acrópolis, aplicación de técnicas no invasivas (prospecciones geofísicas, fotogrametría y vuelos con UAV y cometa), análisis arqueobiológicos (arqueobotanica, arqueofauna y palinología).
La campaña de excavación se concentró en el sector central de la acrópolis, donde los trabajos de campo del año 2008 habían evidenciado la existencia de una iglesia de época medieval (XI-XII s.) de la que se conservaba el perímetro completo. Ubicada a unos cien metros al sur del palacio de los Condes de Tusculum indagado durante la campaña anterior, se trataba de una basílica de tres naves con ábside canónicamente orientado hacia el este, identificada a partir de las fuentes históricas con la iglesia dedicada a la Santísima Trinidad, a la Virgen María y al apóstol Tomás. Una vez desenterrado el perímetro del edificio (17 x 27 m), el levantamiento se centró en tres áreas: el ábside, la nave norte y el campanario. La iglesia se construyó en gran parte reutilizando materiales de un edificio de época romana, quizás de uno de los dos templos de la acrópolis conocidos por las fuentes. Radicalmente destruida y abandonada a finales del siglo XII, la iglesia fue objeto de un intenso y sistemático despojo de materiales decorativos y de construcción en las décadas inmediatamente posteriores. La riqueza de los hallazgos recuperados en las capas derrumbadas indica que originalmente se trató de un importante lugar de culto: fragmentos de varios tamaños y espesores de losas de mármol que hacen referencia a una pavimentación en opus cosmatesco, yesos pintados de varios colores, un fragmento de mosaico, un capitel con motivo vegetal, una pequeña columna y varios elementos arquitectónicos en mármol y toba reutilizados.
Igualmente, se llevaron a cabo una serie de estudios geofísicos en colaboración con los geólogos del Geotransfer Research Group de la Universidad de Zaragoza. En particular, se llevaron a cabo actividades de magnetometría, prospección electromagnética de frecuencia variable y prospección georadar (GPR) en el área de la meseta que se extiende al oeste del antiguo foro de Tusculum, cubriendo aproximadamente 4800 m2 de superficie.
Por su parte la International Research School of Planetary Science de la Università «G. d’Annunzio» di Chieti-Pescara siguió colaborando en las actividades de aerofotogrametría: como durante la anterior campaña, se realizaron varios vuelos con UAV, con el fin de obtener imágenes estereoscópicas e información métrica espacial en alta definición y tridimensional para la realización de la cartografía digital del yacimiento. Otras fotografías aéreas fueron tomadas en la zona de la acrópolis utilizando una cometa (Kite Aerial Photography). A partir de todas esas fotos, se generó un procesamiento de datos en DTM, DSM, renderizado 3D, mapas GIS, ortofotos y ortomosaicos.
Se realizaron también varios análisis arqueobiológicos. Se procedió con el lavado y la flotación de las muestras de sedimento seleccionadas durante los trabajos de campo, que aportaron un importante conjunto de restos vegetales, después analizados por el Laboratorio de Arqueobiología del CCHS-CSIC. Los estudios arqueofaunístico se centraron en unas muestras de arqueofauna medieval procedentes de las excavaciones realizadas en el área del foro, permitiendo conocer más acerca la ganadería, las especies consumidas, su gestión y explotación y los métodos de elaboración y preparación de aquellos.